Siento una gran preocupación por el futuro de la Feria de Teatro y Danza de Huesca, no en vano he puesto mi granito de arena en seis ediciones y me siento responsable de parte de lo bueno y también de lo malo que allí se ha hecho. Por eso, intento informarme de lo que se comenta por las altas esferas de la política aragonesa y, también, de los rumores que sobre su futuro les llega a amigos y gentes del sector. Estando en ello, me ha llegado (gracias a PROCURA, asociación de gestores culturales de Aragón, de la que soy miembro) el acta de sesiones de las Cortes de Aragón sobre “la comparecencia del director general de Cultura, a propuesta del Grupo Parlamentario de Chunta Aragonesista, al objeto de informar y dar respuesta detallada de la situación organizativa y presupuestaria de las ferias, festivales y muestras culturales en Aragón previstas para 2012”. Si, hasta el Parlamento de Aragón ha llegado la Feria de Huesca, todo un honor.
Me voy a referir aquí únicamente a una pregunta de la Diputada de la Chunta Aragonesista Sra. Nieves Ibeas. Esta, textualmente dice: “por ejemplo, ¿va a tener cabida ahora un espectáculo de títeres tradicionales? Porque antes no, ya sabían que no se podían presentar a la Feria de Huesca. ¿Ahora sí? Si es que nadie sabe nada, pero ustedes erre que erre.”. Leyendo la transcripción provisional no se capta muy bien el sentido de esta curiosa pregunta aunque, el Sr. Humberto Vadillo, director general, aclara su significado, contestando: “… es decir, va a poder haber títeres en la Feria de Huesca, por supuesto”. Suculento debate de alta política cultural, necesario para salir de la crisis y hacer avanzar las artes escénicas hacia un futuro mejor.
El uso instrumental de la cultura por la clase política ha sido una práctica excesivamente generalizada en España. Con la excusa del apoyo a la cultura se han comprado voluntades antes críticas, se han garantizado fidelidades y se ha malgastado mucho dinero público en la búsqueda del voto impresionable por los fastos de hermosas piedras, aun a costa de su carencia de contenido. El Parlamento debe dictar leyes y establecer presupuestos pero en ningún caso debe ocuparse de qué se programa o deja de programar o de qué línea artística lleva un festival, por mucho dinero público que se destine a su realización. Un Parlamento democrático debe velar por unos sectores culturales independientes en donde la libertad de creación y expresión esté garantizada.
La Feria de Huesca ha conseguido en los últimos años posicionarse a nivel nacional como un referente y cita ineludible para muchos programadores, artistas, productores y distribuidores escénicos. Además hay un importante camino recorrido para posicionar la Feria y la ciudad de Huesca en Europa. Sin duda esta última es una tarea complicada que muy pocas ferias y festivales se han atrevido a abordar; en el caso de Huesca se puede afirmar que la Feria suena ya en los oídos de los principales programadores de festivales y teatros de Europa.
El principal ingrediente que Huesca ha ofrecido al mundo se llama “coherencia”. La Feria de Huesca ha desarrollado en los últimos ocho años un proyecto coherente y con no demasiadas fisuras. Ha sido una mezcla bastante bien proporcionada de creación de nuevo discurso para el desarrollo de la producción y difusión escénica internacional, presentación de obras escénicas que ofrecen novedad e innovación al sector, y un lugar de encuentro de todos los profesionales para ofrecer, compartir y adquirir obras, productos, experiencias e ideas para mejorar el día a día de su labor profesional. En definitiva esto es lo que ha sido la Feria de Huesca y es lo que siempre he considerado que ha de ser un lugar de encuentro de profesionales de la cultura; ni más ni menos, lo que ofrece cualquier feria mercantil que quiera aportar valor al sector productivo que representa. Afortunadamente este mismo modelo lo he podido desarrollar en otras ferias en donde he estado vinculado, empezando por la “Feria de Tárrega” (en su vertiente de mercado internacional) o en “mov-s” (en la creación del modelo y responsabilizándome de las ediciones de Barcelona, Galicia y Madrid). Los resultados allí han quedado.
En el momento de escribir estas líneas no tengo mucha idea de los derroteros que va a seguir la Feria en el futuro. Lo que pienso es que sería un error, según los tiempos que corren, que el “modelo coherente” desarrollado en estos años se viniera abajo por miopía política o por negar unos recursos a un evento que, además de los valores artísticos y sociales que representa, su impacto y motor económico en la zona seguramente multiplica por 2 ó por 3 el volumen de inversión pública que se le destina. Señores políticos, no discutan por favor si títeres sí o títeres no, súbanse al carro de la coherencia. No dejen que una herramienta tan potente para el desarrollo de las artes escénicas desaparezca o quede en tan poca cosa que ya nadie la pueda reconocer.
Yo creo que de la lectura de mi intervención (ya sé que los matices se pierden en una mera transcripción) se puede entender que cuando yo hago esa observación al Sr. Vadillo es porque le estoy tirando de la lengua, sabiendo como sé que la feria de Huesca tenía unos objetivos y una dimensión diferente al MAEM, muy respetables y necesarias ambas. Eso es todo. No tiene nada que ver con propuestas de programación.
Por eso, y con todos mis respetos, no me parece acertado resumir el debate a un “suculento debate de alta política cultural, necesario para salir de la crisis y hacer avanzar las artes escénicas hacia un futuro mejor”. Desde luego, no hace honor a las múltiples iniciativas del Grupo Parlamentario CHA en favor de la cultura (estamos en política pero somos personas con opiniones y propuestas), y seguiremos en ello.
Y una cuestión, el debate no fue “suculento”, se lo garantizo, sobre todo porque el Sr. Vadillo no trajo NADA, y lo único que podíamos hacer era exigirle una mínima claridad en sus planteamientos y una explicación sobre sus decisiones (fue inútil, lo reconozco).
Pero jamás hemos propuesto ninguna programación, como se puede imaginar… No estamos para eso, como bien dice (no nos faltaría más que eso, diría yo, incluso). Por cierto, y lo digo con amplia sonrisa, mi grupo no tiene ningún grupo de marionetas que promocionar… 🙂
Incluyo, no obstante, mi blog (http://nievesibeas.wordpress.com/) por si le interesa conocer mis planteamientos personales sobre la cultura en Aragón y los del Grupo Parlamentario que represento, siempre desde el máximo respeto al trabajo de sus agentes.
Un saludo muy cordial
Nieves Ibeas
Gracias Nieves por dar tu opinión sobre mi escrito.
Ya te digo, estas transcripciones son muy traidoras y muchas veces no hacen justicia de las propuestas y opiniones. Mucho menos cuando se trata de estrategias sutiles y con un mínimo de inteligencia.
Debes disculparme pero me pareció muy oportuno utilizarlas para poner el tema de al autonomía y la libertad de expresión del sector creativo encima de la mesa. Ante tanto recorte, cierres, defensa del valor mercantil de la cultura e injerencia política, se está intentando cerrar las bocas críticas capaces de hacernos ver la realidad de las cosas des de otras perspectivas.
Dejas muy clara tus posiciones y te animo a que las sigas defendiendo en el Parlamento de Aragón con la fuerza que lo estas realizando. El sector cultural y la sociedad estoy seguro saldrá beneficiada.
Un saludo muy cordial.
Toni González