Lo que llamo viajes de “prospección internacional” se refiere al desplazamiento por un periodo de tiempo (entre uno y dos meses) a un lugar del mundo donde florecen nuevas ideas y proyectos, y tratar de refrescar las propias buscando, además, nuevas oportunidades para el desarrollo profesional. Se trata de salir para ver y oír que hacen de nuevo en otros lugares y estudiar cómo pueden encajar tus propios proyectos en este mundo global que está constantemente evolucionando. Siguiendo este esquema, en los meses de Noviembre y Diciembre pasados cambié mi base de operaciones profesionales de Barcelona a Londres.
Es un ejercicio que recomiendo a gestores, ejecutivos de empresas y consultores independientes que puedan, temporalmente, disponer de cierta flexibilidad en sus puestos de trabajo y quieran dedicar un periodo de tiempo y recursos a la investigación y al desarrollo de su carrera. No es necesario abandonar las actividades corrientes aunque es preferible que sean periodos de poca actividad. Sin duda los resultados van a ser espectaculares y van a dejar una impronta imborrable en el futuro y en los nuevos caminos que, indefectiblemente, hay que ir abriendo profesionalmente.
Yo elegí Londres por su vitalidad cultural y artística, la cual este año está incrementada por la celebración de los Juegos Olímpicos. También, porque me interesan los modelos de gestión y financiación de la cultura en un país de la órbita anglosajona. Sin duda alguna el modelo de gestión de la cultura y de políticas culturales en España se va a parecer en un plazo no superior a cinco años al representado por los diferentes países del Reino Unido. También, porque quizás es la ciudad europea donde conozco y he colaborado con más gente del sector de la cultura y las artes escénicas. En estos viajes de investigación es muy importante apoyarte en los contactos que ya tienes para acceder a otras personas y organizaciones del sector.
La mayor parte de la actividad prospectiva la realizo en base a entrevistas con profesionales del sector. En este viaje realicé unas cincuenta entrevistas y visité alrededor de veinte centros culturales y artísticos de Londres. En mi especialidad, la gestión internacional de la cultura y las artes escénicas contemporáneas, las oportunidades que ofrece una ciudad como Londres o el Reino Unido son amplias y muy diversas. De esta manera encaré las entrevistas buscando esta diversificación dentro de cada una de mis áreas de especialización, buscando las personas, estructuras y proyectos claves. Para poner algunos ejemplos citaré: los eventos artísticos y populares de los Juegos Olímpicos, los nuevos centros de creación y producción artística contemporánea, teatros con proyectos significativos especialmente de carácter educativo, comunitario o de modelo de negocio, artistas y compañías artísticas innovadoras con claros intereses en la internacionalización, las universidades y departamentos de gestión cultural y artes escénicas, think tanks culturales, consultores freelance (genial su nivel de generosidad) y instituciones públicas de apoyo a la internacionalización de la cultura.
El bagaje obtenido en cada uno de estos campos es enorme y de digestión lenta. De igual manera, su aplicación al día a día de la actividad profesional y su manifestación externa va madurando en los proyectos y colaboraciones que se van generando. Las personas o entidades que necesitan iniciar nuevos proyectos o reorientar los que ya llevan años en funcionamiento necesitan de estas nuevas ideas, bien informadas y contrastadas internacionalmente, si quieren superar el bache que en este momento muchas están atravesando y avanzar hacia su necesaria modernización. Repetir los modelos y las formas de trabajar “de siempre” no va a hacer más que ir hundiendo el sector de la cultura, acentuando el desapego de la sociedad y la falta de interés que políticos y sectores económicos tienen ya hacia la cultura.