Este maldito jet lag que me domina cada vez que cruzo el charco me deja mucho tiempo para escribir. Ver amanecer Montreal cada mañana desde la atalaya de uno de sus rascacielos, con el fondo del rio San Lorenzo, es una fuente de inspiración de consecuencias imprevisibles. A ver que tal va.
Estoy en la BIENNALE CINARS 2012. Me ha costado mucho decidirme a ir ya que los mercados de espectáculos me están empezando a aburrir un poquito. Te cargas de deberes, no paras de encontrarte con gente que te saluda y no puedes recordar el nombre, repites debates que has oído cien veces y vas a ver espectáculos que no te interesan. Pero una cosa es cierta, entre toda esta avalancha de información y sensaciones, siempre te llevas a casa algo nuevo con lo que no contabas, y con lo escasos que andamos de algo nuevo, vale la pena. Hace un tiempo este algo era el elemento fundamental de mi trabajo, ahora le doy otro valor. Mi secreto para no quemarme es ver los espectáculos mínimos imprescindibles y alternar el tiempo en las zonas de encuentro y debate con ratos de descanso y tranquilidad.
El modelo de mercado de espectáculos americano difiere de las ferias que se conocen en España y aún más del modelo de espacios de intercambio en Europa. En realidad el modelo de mercado de espectáculos de CINARS lo aprendí yendo a los mercados de la BOURSE RIDEAU. Este también tiene lugar en Montreal pero a diferencia de CINARS, RIDEAU reúne los programadores y circuitos de Quebec y Canadá. Esta organizado por la asociación de programadores y productores y allí es donde las fuerzas del mercadeo y marketing de las compañías y productores operan en su máxima expresión.
Este modelo americano se caracteriza por la fuerza y protagonismo de los vendedores. Claro, en un mercado deben haber vendedores, pero los vendedores de CINARS van realmente a vender y a promocionar sus trabajos. Saben como hacerlo y su profesionalidad les hace ganarse el respeto de toda la comunidad cultural y artística. Como se dice en Cataluña, “van per feina”, aunque a mi siempre me ha parecido un poco fuera de lugar en un sector donde el material de trabajo es de extrema sensibilidad. Los amigos del marketing de la cultura pueden aprender mucho en CINARS.
Las mañanas de los primeros días en CINARS se dedican al debate y los últimos al mercadeo en la zona de stands. Todas las tardes hay un programa extensísimo de espectáculos de teatro, música, danza y circo divididos en una más corta programación oficial y otra más extensa OFF.
Los debates de los dos primeros días, como habitualmente, han estado dedicados a descubrir nuevos mercados y ver las oportunidades que están surgiendo en todo el mundo. Claro, la crisis europea ha ganado protagonismo pero la presencia de mucha gente de Corea, China, Norteamérica y América Latina hace que el foco vaya cambiando rápidamente de una país a otro y de un continente a otro. Como el año que viene Canadá va ser objetivo preferente del programa “Cultura” de la Comisión Europea para proyectos con terceros países, ha habido una sesión específica para explicar la mecánica y los principios que inspiran los proyectos culturales que subvenciona la Unión Europea.
Para terminar esta primera entrega, me gustaría hacer una reflexión a raíz de las personas que han hecho la presentación del programa “Cultura” de la Unión Europea y han dado buenas recomendaciones para obtener resultados. Estas personas pertenecen a dos organizaciones no gubernamentales (Visitings Arts y Relais Culture Europe), una británica y la otra francesa, que son los llamados puntos de contacto cultural de la Unión Europea para el Reino Unido y Francia. Esta gente se dedica a asesorar y acompañar las organizaciones culturales de sus respectivos países en el proceso de presentarse a ayudas del programa. Su preparación es intachable, es gente reconocida en los sectores culturales, con años de experiencia batallando en proyectos. Así, los resultados no han decepcionado las expectativas que una sala abarrotada había puesto en la presentación.