CINARS es una maratón de espectáculos, contactos, debates y mercadeo. De los seis días de duración, el acento en la primera mitad recae en los debates y en la segunda mitad en el espacio de mercado y stands. Los espectáculos, omnipresentes todos los días por la mañana, tarde y noche.
Ahora, cuando ya se ha cruzado el ecuador, la zona de stands está en plena euforia mercantil. Aunque se abren unicamente tres horas por la mañana, la energía que tienes que poner para entrar es tan grande que te deja ya exhausto todo el día. Nada más entrar los vendedores te invitan a visitar su stand y hablarte de las producciones que representan. La verdad es que la agresividad es notable. La primera imagen que me viene a la cabeza es cuando estas paseando por un puerto de una ciudad turística lleno de restaurantes a la hora de comer, cuando la competencia por quedarse con el cliente es a vida o muerte. Yo además llevo una acreditación de color rojo, ideal para ser foco de todas las miradas.
Una vez te acostumbras la cosa ya se hace más ligera. Vas paseando y comentando en uno y otro stand. Te encuentras a mucha gente conocida y otra gente que hacía tiempo querías conocer. Descubres, te llama la atención alguna cosa y, quizás, haces el contacto de tu vida o te viene la inspiración que necesitabas en este momento. Entonces es cuando te das cuenta que quedarte en casa no ayuda para nada a crecer y desarrollarte y que salir al extranjero es vital si no quieres repetirte en esta vida como un disco rallado.
En esta enorme sala escondida al fondo de un hotel gigantesco se despliegan 130 stands de compañías, productores, instituciones nacionales u organizaciones culturales de todo el mundo. Algunos en campaña de promoción pulcramente organizada y, la mayoría, con lo mínimo, unos carteles, folletos y el ordenador para mostrar los vídeos. Este año sin duda los descubridores de América han sido los vikingos. Los países nórdicos se han puesto de acuerdo para montar un stand todos juntos en el centro mismo de la acción. No estoy seguro si Noruega, Suecia, Islandia, Finlandia y Dinamarca harían un mejor trabajo separados o ahora que van todos juntos, pero la verdad es que su stand es el que más se ve de toda la sala. Contrasta esta operación de unidad y energía del norte de Europa con la de franca desintegración y desmoronamiento del sur.
Si no quieres estar en el mogollón, puedes hacer otra cosa: ver espectáculos o visitar la ciudad; los contactos se pueden hacer durante todo el día a la entrada o salida de los espectáculos. Incluso en el Lounge, donde a partir de la tarde puedes echar unas copitas, relajarte e ir viendo pasar la gente que todavía te quedaba por hablar.