Uno de los estímulos de los artistas y trabajadores de la cultura en vivo es poder confrontarse con públicos y sociedades diversas y, de esta manera, hacer lecturas diferentes del proyecto u obra en función del origen cultural de sus destinatarios. En un mundo global, poder verificar la bondad de un trabajo y de la propia práctica artística ante personas con otros bagajes culturales se hace indispensable. En el camino se descubren nuevas fuentes de inspiración y aprendizaje, se comparten experiencias y, también, se abren nuevos circuitos por donde difundir las propias obras y el conocimiento adquirido. Seguir leyendo ¿Quién Pone Trabas a la Movilidad Artística?